«Fin del siglo XX musical en el Caribe hispano» por Antonio Mora Ayora

La Bachata, el Merengue y el reggae español o Raggaetón se imponen tras el estancamiento de la Salsa. La Bachata fue popularizada en los barrios pobres de las ciudades dominicanas entre 1955 y 1960 por Rafael Encarnación, José Manuel Calderón, Víctor Estévez y Luisito Segura. Músicos autodidactas de origen humilde influenciados por el Son dominicano, el Bolero cubano y la Ranchera mejicana cantaban al amor y al desamor en un lenguaje directo y sencillo, con amrgura impostada, que impactó en Quisquella como Canción de Amargue. Así victor Victor me confesó «Antonio la Bachata hay que cantarla añoñaito…»

La Bachata fue denostada por su humilde nacimiento pero gracias a la creación de Radio Guarachita en 1965, alcanzó gran difusión en la isla.

Curiosamente una palabra que comenzó siendo el sinónimo dominicano de fiesta es conocida en la actualidad en todo el mundo como un ritmo con personalidad propia. La aparición de compositores e intérpretes como Víctor Víctor, Juan Luis Guerra, Sonia Silvestre y otros, han revitalizado en los años setenta y ochenta la vieja Bachata «madre», creando en nuestros días un estilo diferenciado.

A finales de 1978 más de 400.000 dominicanos residen en Nueva York. Ya desde el 73 las principales orquestas de Salsa incluyen Merengues en su repertorio. Los pioneros en la difusión del Merengue en Nueva York fueron Pacheco, Ismael Miranda y fundamentalmente Primitivo Santos. Pero este Merengue que se producía en Nueva York tenía poco que ver con el que se hacía en la isla.

En República Dominicana las letras y los arreglos de los Merengues buscan el compromiso, la denuncia y el doble sentido típico de la Música Caribeña pero en Nueva York ni las letras ni los arreglos tenían el mínimo nivel según nos informa Cesar Miguel Rondón.

En 1975 Milly y Los Vecinos imponen un salto cualitativo en los textos y arreglos musicales que hasta la fecha se habían realizado en Nueva York. En 1978 se une al grupo Jocelyn, hermana de Milly, y crean así una de las primeras agrupaciones merengueras de Nueva York con cantantes femeninas, siguiendo así el ejemplo de la gran folklorista dominicana Casandra Mirón o Elenita Santos.

Johnny Ventura ya había hecho escuela en República Dominicana y surgía incontenible el trompetista Wilfrido Vargas con su orquesta Los Beduinos. Wilfrido trabajaba un Merengue inteligente, saturado de humor y de piquetes políticos, presentado en arreglos sumamente interesantes. A partir del 77 la euforia salsera va pasando y el público va eligiendo el Merengue. Surgen así Los Kenton y Los Hijos del Rey con un alarde coreográfico lindante en la acrobacia.

Reaparecen entonces los grandes merengueros dominicanos Joseíto Mateo y El Cieguito de Nagua con la instrumentación típica de tambora, güiro y acordeón. Tras la referencia dominicana, Nueva York, Puerto Rico y Venezuela comienzan a lanzar al mercado Merengues. Roena, Lucca, Olivencia, el Trabuco Venezolano, Oscar de León, Celia Cruz con Willie Colón, Pacheco con Casanova, y otros muchos graban Merengue al final de los años 70. En el 78 Wilfrido pega con «El barbaraso» y otros temas geniales de su álbum «Punto y aparte».

Las letras de los Merengues son mucho más largas que las de la Salsa por su carácter narrativo ya que cantando Merengue se suelen contar historias. Posteriormente esta faceta la lleva a la Salsa Rubén Blades.

El 25 de febrero de 1979, en el Radio City Music Hall de Nueva York, se celebró un concierto para celebrar el 135 aniversario de la independencia de la República Dominicana. Por el escenario pasaron Los Kenton con sus increíbles acrobacias y la excelencia de su música, Primitivo Santos, Joseíto Mateo, el gran cantante Cuco Valoy y su banda Los Virtuosos, Pacheco y Wilfrido Vargas con una banda joven que no superaba los 20 años de media.

El concierto supuso el mayor acontecimiento caribeño en Nueva York en el final de la década de los 70 y anunciaba la implantación definitiva del Merengue en Nueva York. En los 80 el Merengue le ganar la partida a la Salsa, su ritmo fácil fue elegido por los bailadores y la Salsa vivió malos momentos. La reacción del mundo salsero sería la creación de la Salsa erótica pero eso es otra historia de la que ya nos ocuparemos a su debido tiempo.

El Merengue ha sido tremendamente atacado por los amantes de la Salsa, se le acusa de ritmo fácil, simple y sin contenido. Los que así hablan del Merengue tienen una visión muy parcial y no conocen temas como «Wilfrido, dame un consejo» con fragmentos de textos como «…venga un policía, vengan dos, el pueblo siempre es más. Y digo la verdad porque para eso es el Merengue y mi canción…»

MÁS SALSA

En pleno boom salsero (segunda mitad de los 70) existen en Nueva York un gran número de orquestas que aunque aportan ciertas peculiaridades no pasan de ser productos de la producción salsera en serie. Así Nelson González y su banda, Los Nuevos Kimbos de Orestes Vilató, Los Hermanos Lebrón, Johhny Colón, Markolina Dimond con una excelente producción titulada «El quinto de Bethoven», Frankie Dante, Ángel Canales, Francisco Dávila «Chirivico», el panameño Meñique, el Conjunto Candela, Saoco con su cantante Henry Fiol, Cruz de Jesús y su Conjunto Melao, Bobby Rodríguez y La Compañía, Roberto Torres con su Son tradicional, etc.

LAS CHARANGAS

La vieja formación de Charanga u orquesta típica cubana que provocó un gran entusiasmo en Nueva York en los años 60, volvió a impactar en el ambiente salsero neoyorkino a partir de 1976 cuando la Orquesta Broadway de los hermanos Zervigón logra penetrar en los gustos de la época con el álbum «Salvaje» La Broadway graba temas de las Charangas cubanas del momento y consigue crear un sonido salsero, especialmente en el año 77 con su álbum «Pasaporte» que incluía temas como «Isla del encanto» y «Presentimiento», este último un Son grabado recientemente por Hansel y la Orquesta Calle 8.

Otras Charangas que cobran protagonismo a partir de 1976 son la Típica Novel, la Típica Ideal, la Charanga 76, la Charanga América, la Sublime y Novedades. El veterano Lou Pérez y su Charanga crea un nuevo ritmo al que denomina Bom Bom.

El gran violinista cubano Félix Lejarreta «Pupi» graba con Pacheco en el 75 «Pupi y su Charanga» y el 1977 «Los dos mosqueteros» en los que aportaba su música el joven violinista cubano, ahora radicado en Colombia, Alfredo de la Fe.

En 1977 el virtuoso flautista cubano Gonzalo Fernández reúne a los mejores músicos del ambiente de Charanga del momento y forma La Supertípica de Estrellas grabando un álbum genial.

Por fin en 1978 los cubanos de la Orquesta Aragón pisaron por primera vez tierra gringa y emocionaron al repleto auditorio del Lincoln Center emanando auténtica sabrosura caribeña.

A imagen y semejanza de lo que sucedía en Nueva York, en Puerto Rico nace la Orquesta Criolla y en Venezuela La Magnífica. En Cuba seguía manteniendo su formación la tradicional Orquesta Aragón. En definitiva la nueva aceptación de la Charanga significaba un nuevo acercamiento del gran público al sonido tradicional cubano.

RUBÉN BLADES O LA SALSA CONSCIENTE

En 1970, Pete Rodríguez, que era popular por su Micaela y sus Bugalús, presentó en un disco a un joven cantante y compositor panameño recién llegado a Nueva York.

El disco se tituló «De Panamá a Nueva York» pero fue prohibido por considerarle subversivo. Rubén acaba volviendo a Panamá para continuar sus estudios de derecho.

En el 74 Rubén regresa a Nueva York en plena era de fichajes de la Fania. La compañía pretendía acapararlo todo y lo fichó para su oficina de correos donde Rubén se consumía pegando sellos pero él seguía componiendo.

Ricardo «Richie» Ray e Ismael Miranda son los primeros que graban temas de Rubén. En 1975, Miranda graba la historia de un bandolero panameño del 1806 titulado «Cipriano Armenteros» con lo que comienza el estilo de la Salsa narrativa y Rubén obtiene su primer gran éxito como compositor. En este mismo año Ray Barreto decide utilizar a Rubén como cantante, luego Willie Colón y, al fin, la Fania All Star.

En 1977 consigue grabar sus viejos temas de crónica social en el disco «Metiendo mano» junto a Willie Colón. En este disco «Pedro Pueblo» fue un tema que hizo recordar, en plena decadencia de la Salsa refugiada en la tradición cubana, que la Salsa, muy a pesar del boom, de los millones y euforias paridos en la industria, era música popular hecha para cantar las circunstancias del barrio donde había nacido y que así, necesariamente, tendría que seguir.

Rubén Blades fue llamado de todo, desde cantante protesta hasta tramposo, desde demagogo a fanfarrón, pero Rubén, además de seguir vendiendo una ingente cantidad de discos, decía cosas que molestaban a los poderosos. En 1979 graba «Siembra» con los temas «Plástico», «Pedro Navaja», «Buscando Guayaba», «Ojos», «María Lionza», etc de los que vendió más de un millón de copias que no le reportaron beneficio alguno debido al tipo de contrato que tenía firmado con la Fania.

Todos sabemos lo que pasó en todo el mundo con su tema «Pedro Navaja», una nota curiosa es la película que se realiza en 1982, basándose en la historia de Rubén sin su permiso. Rubén, para fastidiarles el final, compone la segunda parte del tema que lleva por título «Sorpresas». En esta segunda parte se descubre que la mujer a la que asalta Pedro no es una mujer sino un travesti y que Pedro Navaja no muere pues el cadáver que la policía encuentra con su documentación es la de otro ladrón que intenta registrar el cuerpo herido de Pedro Navaja. El tema se incluye en un disco titulado «Escenas» que incluye también otros temas imprescindibles como el bolero «Silencios» y el tema «Cuentas del alma».

Los últimos trabajos discográficos de Rubén navegan entre la tradición y el futuro, habiendo renunciado al montuno en algunos temas y haciendo canción. Para mí toda su obra es recomendable y afortunadamente puede obtenerse en cualquier tienda de discos.

DE LOS 😯 A LOS 90

Ya hemos indicado, en muchos casos, la producción discográfica que se realiza en la década de los 80. Lo más destacable de este periodo es la crisis de la Salsa en Nueva York, el desarrollo que sufre en Colombia y la estabilización en Venezuela. Mientras tanto en Puerto Rico se sigue cocinando buena Salsa y en Cuba Los Van Van, Adalberto Álvarez, Son 14, Irakere y Original de Manzanillo siguen imponiendo su ley.

Incluimos aquí en el año 2000 un articulo que nos remitió Rafael Bassi

«MUSICA CUBANA CONTEMPORANEA

PRESENTACION

Antes de iniciar mi exposición quiero agradecer al Centro Cultural Comfamiliar y muy especialmente a su directora Doña Carmen de Escorcia por la oportunidad que nos brinda a la Asociación Colombiana de Coleccionistas de Música Afrocaribe y a la Video-Tertulia Caribe de la Universidad del Atlántico de reunirnos con todos ustedes para ofrecerle nuestro humilde apoyo a los Talleres Musicales que anualmente realiza La Troja.

Cuando el socio Laurian Puerta nos planteó la idea de realizar este evento, inmediatamente le dije que me gustaria hablar de la música cubana de la era castrista. Dejandole el encargo de hablar de la música cubana anterior a la Revolución al profesor Anibal Cotes.

Como lo saben los oyentes del espacio radial Concierto Caribe, desde hace varios años me he venido ocupando de difundir en dicho programa la música cubana que se hace en la actualidad. Siempre encuentro algún motivo para programar música cubana que no se escucha por la radio comercial
barranquillera y poco se programa en los bares y sitios de salsa de nuestra
ciudad.

En principio pense que era una tarea facil, solo tenia que buscar los libretos de Concierto Caribe, seleccionar, copiar y pegar; pero al sentarme frente al computador me encontré que la cosa no era tan papaya. Entonces trace un sencillo esquema, dividir este cuento en cuatro grandes períodos : los 60, los 70, los 80 y los 90, pero tampoco funcionó. Me dispuse a usar la memoria y recordar mi experiencia directa de tres visitas a La Habana (1978, 1990 y 1997) asi como las conversaciones con algunos músicos cubanos que han visitado a nuestro país y con los cuales he tenido la oportunidad de conversar. Vaya el enano se me creció y termine escribiendo este primer borrador que pongo a consideración de ustedes.

LLEGO EL COMANDANTE

Al pasar la moda del chachachá y comenzar los cambios socio-políticos en la Isla de Marti, fruto del triunfo de Fidel Castro Ruz y sus barbudos rebeldes de la Sierra Maestra, se inició otro proceso fundamental para la cultural popular del Caribe Hispánico : el desplazamiento del epicentro sonoro caribeño de La Habana a Nueva York.

Como es de todos conocido La Pachanga, último ritmo que surgiera en Cuba antes de la Revolución Castrista, marcó el punto de partida para la nueva era de la música afrocubana que paradójicamente tendría como centro de creación a la Gran Manzana.

La magia de los violines y la flauta se apoderó del barrio hispano niuyorquino y condujo a los músicos a buscar un sonido que les permitiera expresarse de acuerdo con los cambios sociales y la revolución cultural que se comenzaba a vivir en esos primeros años sesenta.

Innegable que la Pachanga fue el último eslabón con la música tradicional cubana dentro de lo que se cocinaba en los Yores. No porque lo producido posteriormente renuncie a las raíces afrocubanas, sino porque es a partir de aquí que comienzan a expresarse los líderes del nuevo sonido caribe como Pete Rodríguez, Joe Cuba, Ricardo Ray y Eddie Palmieri entre otros. Desde este punto de vista se puede clasificar a la Pachanga al igual que al Boogaloo como ritmos de transición. Resurgirían los conjuntos soneros pero esta vez con la adición de los trombones que con un sonido fuerte, agresivo y agrio señalarían el rumbo definitivo de lo que más adelante se llamaría SALSA.

¿Pero que sucedía durante ese tiempo en la Isla de la Música ?

La primera década de la Revolución Cubana en lo musical está signada por la salida de importantes figuras y orquestas como la Sonora Matancera, José Fajardo y sus Estrellas, Olga Guillot, Celia Cruz, pero también regresan a la Isla importantes músicos que estaban residenciados en México como el
violinista Enrique Jorrin y el bolerista José Antonio Méndez. Además se quedan ídolos como Beny Moré.

Ciertamente los primeros diez años de revolución cortaron casi que abruptamente la producción discográfica cubana al centrarse las energías del pueblo hacía una actitud eminentemente política. El pais se preparaba y vivia en función de defender lo conquistado de las amenazas del imperialismo
yanki, al igual que se dedicaban grandes esfuerzos a la educación.

En este marco social aparecen grupos de jóvenes que guitarra en mano se suman a la onda de la Canción Protesta Latinoamericana que se caracterizaba por sus mensajes sociales, llenos de ideología y política. De la evolución de esta canción comprometida surgió el Movimiento de la Nueva Trova Cubana que entre 1969 y 1973, tuvo como su mejor exponente al Grupo deExperimentación Sonora del Instituto Cubano de Artes y Ciencia bajo la orientación de Leo Brouwer. Allí maduraron artísticamente Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Sara González, Noel Nicola.. y salieron los temas musicales para el revolucionario cine cubano.

Oigan no se equivoquen, el son se seguía tocando en los salones populares y la crisis de los misiles se vivió a golpe de tambor en medio de la creatividad popular que así como satirizaba a Kennedy, también le dedicaba sus estrofas hirientes a Nikita. Este periodo caótico en términos generales está marcado por un afán purista de «blanquear» ideológicamente la música popular en busca de una música más revolucionaria. Misión imposible en un pueblo ciento por ciento bailador.

El panorama musical comienza a cambiar en el año 1969 cuando se pone en funcionamiento un nuevo plan de enseñanza musical cuyos frutos alimentan en la actualidad la música universal. En las dos primeras décadas de la revolución la burocratización del sistema musical con las famosas planillas y la homogeneización formal de los artistas conlleva a cierto fastidio y desmotivación. En este período se consolidan agrupaciones y artistas con antecedentes políticos como Carlos Puebla y la Orquesta Aragón que se convierten en los embajadores musicales del régimen.

Pero el rigor académico de las escuelas musicales va a producir artistas de primera línea. El primer fruto de esta nueva política artística es el Grupo Irakere fundado en 1973. Otro fenómeno importante de este periodo surge por el lado de las charangas con la incorporación de elementos electrónicos como guitarra y bajo, el gestor de este cambio es el bajista, compositor y cantante Juan Formell con su grupo Los Van Van, nombre que proviene de la famosa zafra de los 10 millones de toneladas de azúcar.

El revuelo causado por Irakere en los medios artísticos estadounidenses, luego de su gira por los Estados Unidos y Suiza en 1978, especialmente con sus exitosas actuaciones en los Festivales de Jazz de Newport y Montreaux, condujo a una cumbre musical en marzo de 1979 en La Habana con la participación de músicos norteamericanos y latinos residentes en los Estados Unidos. Se celebraron tres históricos conciertos en el Teatro Carlos Marx con las actuaciones de jazzistas de la talla de Stan Gentz, Dexter Gordon y Willie Bobo que en unión de otros destacados solistas del sello CBS, conformaron una auténtica Jazz All Stars. También participaron en este memorable encuentro cultural las Estrellas de Fania. La crítica internacional no dudo en afirmar que en este evento las estrellas que más brillaron, fueron las del Grupo Irakere.

De este evento sale la idea de las Estrellas Areito; lección aprendida de la Fania All Stars, la EGREM reúne a la crema y nata de la música cubana. El poderoso trabuco tiene en los metales junto al legendario trompetista Chapottin a los extraordinarios trompetistas del Grupo Irakere Jorge Varona y Arturo Sandoval y el magnifico trombonista Juan Pablo Torres ; el grupo de cuerdas incluye a Enrique Jorrin (creador del chachachá), Rafael Lay (director de la orquesta Aragón), Pedro Hernández y Elio Valdés ; en la sección rítmica acompañando al tamborero mayor Tata Güines aparecen Ricardo León (bongó) y Amadito Valdés (timbales), en el piano Ruben González y el fantástico tres de Niño Rivera que tocaba su instrumento con la fuerza rítmica tradicional reforzada con disonancias y efectos electrónicos que le dan una presencia netamente urbana y cosmopolita. Los cantantes eran los veteranos Miguelito Cuní, Tito Gómez, Pio Leyva y la gran agitadora musical Teresa Garcia. El resultado de esta cumbre sonera cubana quedó para la historia en cincos maravillosos discos.

SALSA CUBANA

Luego del experimento de las Estrellas Areito iniciando los ochenta, los éxitos de Irakere y la proliferación de festivales de música popular en Cuba que brindaron a los nuevos talentos la oportunidad de codearse con consagradas estrellas extranjeras y mostrar su virtuosismo ante un publico conocedor, se inició un período de cierta elasticidad ideológica que buscaba facilitar la penetración de las nuevas ondas cubanas en el mercado internacional.

En este periodo de los ochenta se restablecen los intercambios culturales de Cuba con el resto de América Latina y los músicos cubanos vuelven a tener el contacto que necesitaban con sus hermanos latinoamericanos. La visita esporádica de agrupaciones musicales al país nos permiten desmentir la tesis
gusana de que el son se fue de Cuba, antes por el contrario nos demuestra que la música popular cubana pese a los obstáculos de promoción y divulgación internacional, así como a las limitaciones de la industria
discográfica cubana y en algunos casos la falta de apoyo oficial, sigue hacia adelante con una gran diversidad. La edición del limitado catalogo EGREM por sellos venezolanos nos dejan de manifiesto que una de las virtudes más notorias de los grupos cubanos es su originalidad y la inagotable capacidad creadora de sus compositores. El taller musical permanente de los cubanos en grandes bailables y populosos conciertos con limitaciones tecnológicas les permite hacer derroche de calidad sonora y entrega al publico simpatizante en sus giras por Latinoamérica.

En 1986 , la sangre joven de la música cubana realizó bajo la conducción del flautista José Luis Cortés y el saxofonista German Velazco (ex-integrantes de Irakere) un interesante experimento buscando darle una nueva dimensión a la música caribeña contemporánea y reunieron una super orquesta denominada Todos Estrellas que posteriormente se convertiría en NG La Banda (Nueva Generación) y sería el punto de partida para la última revolución bailable de la Isla de la Música, la Timba Cubana.

Claro que el proyecto de José Luis Cortés «El Tosco» tuvo su antecedente en la propuesta hecha por el pianista Emiliano Salvador quien en 1979 grabó su primer disco titulado Nueva Visión que incluía variaciones jazzisticas de temas tradicionales como Son de la Loma y el bolero Convergencia con la participación Pablo Milanés, Paquito D’Rivera, Arturo Sandoval y Bobby Carcassés entre otras destacadas estrellas.

Ya en esta década, luego de la caída del Muro de Berlín y el desmoronamiento del bloque comunista, se abrieron nuevos rumbos para la música cubana, al tener que buscar otras formas de producción discográfica, diferentes a las tradicionales del régimen socialista. Inmediatamente aparecieron las disqueras españolas y gringas en busca de esas sonoridades escondidas por largos años de aislamiento. Este redescubrimiento de la música cubana con su tremenda potencialidad artística proveniente de esa vitalidad rítmica natural apoyada en talentosos y virtuosos intérpretes con una elevada formación académica, lleva a ciertos empresarios extranjeros a jugarse la proyección internacional de la música cubana de cara al nuevo milenio.

Los grandes éxitos no se han hecho esperar. Nada más el año pasado sin ningún tipo de promoción Ry Cooder y una tremenda tropilla de leyendas cubanas coronaron el Premio Grammy a la mejor producción en la categoría de música tropical con el trabajo Buena Vista Social Club; igualmente el
trompetista Roy Hargrove y su grupo Crisol, reforzado con un tremendo piquete de jazzistas cubanos encabezados por Chucho Valdés conseguían el galardón en la categoria de jazz latino. Todos sabemos que este año Chucho Valdés tuvo dos nominaciones al Grammy. En estos momentos se exhibe
exitosamente en los Estados Unidos la película documental Buena Vista Social Club dirigida por el prestigioso director de cine alemán Win Wenders y decenas de grupos musicales cubanos recorren el mundo entero, brindando su sabroso arte y ofreciendo una sublime diversión. Parodiando a Marx hay que decir que

Un fantasma recorre alegremente el mundo musical.

NB. Estas notas fueron leídas una noche de agosto de 1999.»

Aunque al final de esta década es cuando llega la Salsa a España de una forma más directa las producciones discográficas no superarán a las realizadas en la década anterior.

En mayo de 1981 la Fania All Star realiza la primera gira por Europa.

En 1982 la Salsa reúne a 14.000 personas en un concierto realizado en Berlín.

En 1983 Irakere triunfa en Paris. En Varadero (Cuba) se celebra un gran festival con Chico Buarque, Oscar d’León, Barbarito Díez, Irakere, Los Van Van y Ritmo Oriental.

En 1984 muere el trompetista Félix Chappotín y se celebra el decimoprimer aniversario de la muerte de Tito Rodríguez. En Nicaragua se celebra un macrofestival de Salsa que congrega a 30.000 personas. En este año muere Miguelito Cuní y aparece en el mercado un sorprendente disco de la orquesta alemana Conexión Latina.

En 1985, el creador de la Salsa, Eddie Palmieri recibe su tercer Grammy.

Puerto Rico se coloca a la cabeza de las nuevas formas salseras. Por su parte en Cuba sigue la evolución de su música popular con los grupos ya reseñados.

República Dominicana impone su ritmo en esta década. El Merengue le gana la partida a la Salsa en todas las pistas de baile, emisoras de radio y ventas de discos. Incluso en Puerto Rico y Nueva York se impone el Merengue de forma altamente preocupante para los seguidores de la Salsa que empiezan a odiar el trepidante ritmo dominicano.

Para salvarse de la debacle la Salsa se acerca hacia las típicas baladas amorosas y nace la Salsa romántica con un principal impulsor, el gran Louie Ramírez, desaparecido en 1993. Luego nace la Salsa erótica. A partir de ahí todos conocemos la historia pues precisamente es un tema de la llamada Salsa erótica, el que genera el actual desarrollo de la Música Caribeña en España.

En 1989, «Ven devórame otra vez» se convirtió en un tremendo éxito versionado por cientos de grupos en la península e islas, colocando a Lalo Rodríguez en el numero 10 de la lista oficial de ventas de la Sociedad de Autores de España durante varias semanas.

El nacimiento providencial de BAT DISCOS en Madrid al final de los 80 posibilitó que por primera vez en la historia de la Salsa entrase en los circuitos comerciales que la música pop manejaba en exclusiva desde los años 60 en España.

En Barcelona, allá por la mitad de la década de los 70, el desaparecido sello Discophon había publicado algún disco de la época del boom de la Fania.

En el resto de España la Música Caribeña estaba considerada como de segundo orden. Se le aplicaba el calificativo de música pachanguera, con una acepción despectiva, similar a lo que en Venezuela se llamaba música gallega.

A esta consideración influyó la única Música Caribeña que nos llegaba a través del sello Edigsa, el catalogo Fuentes, plagado de Cumbias y otros ritmos de la música popular colombiana que no competía con el nuevo formato de los arreglos y producciones de la música moderna tanto en su versión melódica como pop-rock.

Para la difusión y popularización de los ritmos caribeños en España fue decisiva la aparición de la Lambada en 1990, el Ritmo Punta en 1991 y Meneíto en 1992. El fenómeno Juan Luis Guerra es caso aparte

En abril de 1991 se celebró en Madrid el mayor concierto de la historia de la Música Caribeña en España. El Gran Combo, Roberto Torres, Johnny Pacheco, Milly, Jocelyn y los Vecinos y Raphy Leavitt hicieron gozar a más de 12.000 personas en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid. El punto negativo lo aportó Roberto Torres que actuó con una falta de respeto total hacia el público, intentando aleccionar al publico para que coreasen la marca de cigarrillos que patrocinaba el concierto, presentando a dos bailadoras impresentables y estando totalmente fuera de onda a causa de su estado de excitación.

En octubre de 1993 se comenzó a editar en Barcelona la revista EL MANISERO auténtico órgano difusor de la música popular caribeña y revista que tras su primer año de existencia se ha convertido en imprescindible para todo el amante de la música llamada Salsa en todo el mundo, ocupando el puesto que hasta esa fecha tenía la revista LATIN BEAT un gran magazine publicado en EEUU, tremendamente documentado pero que presentaba la mayoría de los artículos en ingles, dando chance a un idioma representante de una cultura que tradicionalmente ha tratado de dominar y hacer extinguir las culturas de raíz española, como podemos comprobar, hoy en día, en las campañas que contra el español se realizan en EEUU, e impidiéndonos a los hispanohablantes acceder a la información que ofrecía.

Los radicalismos nunca fueron muy aconsejables pero la lucha que el español y el inglés mantienen nos hacen radicalizarnos en defensa de lo nuestro y en contra de lo que nos pretenden imponer, de todas formas podemos suponer que LATIN BEAT, con sus artículos en inglés ha captado la atención del público anglosajón hacia nuestra música popular.

GRUPOS Y CANTANTES DE LOS 80 Y 90

Curiosamente en Venezuela, en los primeros años de la d‚écada graba dos discos de Salsa la española Soledad Bravo que son Disco de Oro. En Cuba se forma la orquesta Estrellas de Areito.

Hemos de mencionar a grandes intérpretes que en la actualidad siguen los pasos de los históricos de la Salsa entre ellos Gilberto Santa Rosa, Andy Montáñez, Tony Vega, David Pavón, Hermanos Lebrón, Raphy Leavitt y la Selecta, Mulenze, Luis Enrique, La Puertorriqueña, Pedro Arroyo, Domingo Quiñones, Tommy Olivencia, Eddie Santiago…

Sería una relación interminable citar a todos los cantantes y grupos pero sigamos con los más sobresalientes como Adalberto Álvarez, Cándido Fabré, Hermanos Rivera, Hermanos Moreno, Javier Vázquez y la Superbanda, José Alberto «el canario», Many Oquendo y su Conjunto Libre, Ray de la Paz, Ray Ramos, Adalberto Santiago, Tito Nieves, Marvin Santiago, Sammy González, Ramón Rodríguez, Guaco, Chaney, Carlos Oliva y los sobrinos del juez, Alex León, Tito Allen, Paquito Guzmán, Pedro Brull, Hansel, Luisito Carrión, Primi Cruz, Puppy Santiago, Jesús Cepeda, Orquesta La Luz, Conjunto Clásico, La Exclusiva, Orquesta la Inmensidad, Arabella, La India, Alex D’Castro, Johnny Rivera, Billy Carrión, Lefty Pérez, Roberto Blades, Adrenalina Caribe, Cano Estremera, Frankie Ruiz, Joe Arroyo, Los Titanes, Fruko, Sonora Dinamita, The Latin Brothers, Los 8 de Colombia, Alex Bueno, Orquesta Renovación, Nemus del Pacífico, Grupo Melao, Alfredo de la Fe, Mongo Santamaría, Roberto Ledesma, Titti Soto, creador de un ritmo denominado Pompa, Justo Betancourt, Jerry Rivera, Héctor Tricoche, Conexión Latina, Willie Chirino, junto a todos los ya mencionados anteriormente y otros grandes de los que jamás llegó información a España y a los que pido disculpas por su no inclusión en esta mínima lista.

La Salsa ha contribuido a la unidad cultural de diversas colonias de hispanos en EEUU y su toma de conciencia como colectivo.

En lo relativo al Merengue en la actualidad destacan Juan Luis Guerra y 4:40, Coco Band, Jossie Esteban y Patrulla 15, New York Band, Alex Mansilla, Las Chicas del Can, Los Genuinos, Sergio Vargas, Fernandito Villalona, Manuela Josefa Cabrera (Fefita la grande), Freddy Kenton, Dominican Band, Caribe Band, Nelson Cordero, Aníbal Bravo, Conjunto Quisqueya, Los Nietos, Kelman Núñez, Aramis Camilo, Sergio Vargas, Bonny Cepeda, Dioni Fernández, Elías Santana, Hermanos Rosario, Rokabanda, Zona Roja, Ramón Orlando y los clásicos Wilfrido Vargas, Johnny Ventura, Cuco Valoy, Joseíto Mateos y Primitivo Santos.

La dominicana Sonia Silvestre ha destacado recientemente en España con un disco de importación donde se incluye un tema antológico titulado «Yo quiero andar». El mismo caso es el de Víctor Víctor y su Bachata «Mesita de noche», publicado en España, al fin, por discos BAT (Por fin en 1994 se publicó en España el disco de Sonia y Víctor Víctor obtuvo un importante premio de la crítica especializada)

En España, por desgracia, muchos buenos discos de intérpretes dominicanos no entran en los canales convencionales de distribución y sólo se obtienen de importación en tiendas especializadas. Incluso los que se publican en España pasan totalmente desapercibidos pues no se realiza una mínima labor de promoción, de ahí que se puede hablar del milagro Juan Luis Guerra, ya que este joven autor e intérprete se ha impuesto en los gustos musicales de los españoles antes que su discográfica iniciara una tímida promoción.

Curiosamente, aunque la punta de lanza de la popularización de la Música Caribeña en España ha sido la Salsa, el Merengue, se está imponiendo en las pistas de baile con mayor rapidez que la Salsa, por su sencillez.

Mientras que el Merengue cualquiera puede aprender a bailarlo en pareja de una forma aceptable en su primer intento, ya que se basa en un ritmo 1 -2, 1 -2, o izquierda – derecha, izquierda – derecha, la Salsa es mucho más complicado bailarla en pareja. Individualmente puede ser más asequible siguiendo el viejo paso de Conga: 1, 2, 3 -4; 1, 2, 3 -4, que todos seguíamos en nuestros guateques de los años 60, colocándonos en fila y mirando de reojo los pies de los compañeros de baile.

En España, a nivel popular e incluso entre algunos profesionales del periodismo, solamente el Bolero, el Merengue, la Rumba, el Tango y la Habanera, han logrado obtener su independencia del concepto globalizador de Salsa. Hoy en día, todos los ritmos de los que hemos hablado han perdido su identidad y son conocidos con el nuevo término, incluso la Samba.

REGGAE ESPAÑOL, EN EL SIGLO XXI FUE LLAMADO REGGETON

Con los años 90 un nuevo ritmo con la base Tango en sus entrañas está pegando tremendamente en todo el Caribe el llamado Reggae Español, una mezcla de Reggae jamaicano con el Rap. En Cuba, Santo Domingo, Puerto Rico, Panamá y Venezuela el nuevo ritmo está ganando cada vez más adeptos. Los bailadores se ponen en fila y bailan en forma de zombi, todo un espectáculo callejero que ha nacido en los barrios de extracción social más humilde.

Los grupos y cantantes más destacados de los que nos han llegado grabaciones son: El General con su «Te ves buena», Sweet Edition con su «Meneíto», Nando Boom, Lisa-M, Vico-C, Marcony, Rude Girl, La Diva, Arzu, Fab 5.

Con la pegada en Miami se internacionaliza en el siglo XXI

SALSA Y MERENGUE

Finalicemos esta breve Guía sobre la historia de la Música Caribeña desde España, intentando dar una definición, lo más exacta posible del concepto Salsa.

En primer lugar debe de quedar claro que la Salsa no es un ritmo. Como lo son el Mambo, la Lambada, el Merengue, la Samba, el Vallenato, etc, sino más bien un ambiente sonoro, un tipo de orquestación originado por la fusión de músicos caribeños y norteamericanos en los barrios de Nueva York, interpretando los distintos ritmos tradicionales de la Música Cubana y Caribeña, como el Son, la Rumba, la Guaracha, La Plena, La Bomba, etc

Tras la Salsa primera, mezcla de compromiso social con sabor a barrio y experimentación, hubo una vuelta a las orquestaciones tradicionales. Luego nos llegó la Salsa erótica que nació en Nueva York en los 80 como alternativa a la irrupción del Merengue dominicano.

Se abandonó la experimentación por la comercialidad. Baladas románticas, éxitos de Camilo Sexto, Manzanita, Isabel Pantoja, Roberto Carlos, Julio Iglesias y otros fueron interpretadas con aires salseros.

En realidad esto más que Salsa debería llamarse Baladas Salseadas.

Los actuales grupos merengueros ofrecen más espectáculo que los salseros por la implantación del «frente» consistente en varios cantantes que bailan y hacen voces en primera línea de escena. El Merengue ha impactado de una forma definitiva, con la aparición en 1984 de un extraordinario autor que revolucionó el concepto de la música popular dominicana, Juan Luis Guerra.

Pienso que, para que la Música Caribea afinque definitivamente en España, y no quede en moda pasajera, haría falta que nos visitaran buenos bailadores que mostraran la forma de bailar estos ritmos calientes en pareja.

Al tratarse de música eminentemente para bailar, su desarrollo se quedar limitado si no aprendemos los pasos fundamentales de los distintos ritmos de la Música Caribeña. En casi todas las ciudades existen ya locales especializados en Salsa y Merengue y la mayoría de las discotecas programan una noche a la semana de Música Caribeña.

LA MÚSICA CARIBEÑA EN RADIO Y TELEVISIÓN

Evidentemente, este final deja infinidad de temas pendientes de un posterior desarrollo. Para poder comprender mejor esta Guía aconsejo escuchar los distintos ritmos de los que hemos hablado.

La oferta radiofónica de Música Caribeña es muy variable y cambiante en programas, emisoras y horarios, imposible de recogerse en esta Guía con esperanzas de vigencia. Muchas emisoras se han apuntado a la moda recientemente. De todas formas en los ANEXOS recogemos un listado que ofrecía la revista EL MANISERO en Noviembre de 1994.

«Sonora Dial» programa que se emitía de lunes a viernes de 10 a 12 de la noche y estaba presentado y dirigido por la bilbaína Yolanda López, en Cadena DIAL fue el principal divulgador de los ritmos caribeños en España en 1991 y 1992, hasta que los intereses comerciales de la CADENA SER acabaron con el programa.

El programa que desde 1987 hizo más por la difusión de la Música Caribeña en España, fue fulminado por el último político «visionario» que realizó la nueva programación de Radio 3, Radio Nacional de España. «Escápate mi amor» de Juan Pablo Silvestre dejó de emitirse tras el extraordinario éxito del III Festival de Salsa de Madrid, retransmitido por Televisión Española y presentado, ante las cámaras, por Juan Pablo. ¡País!.

Otros nombres que apostaron por la música latina en sus programas radiofónicos son Rodolfo Poveda, Diego A. Manrique, Carlos Galilea, Gonzalo García Pelayo y Miguel Martín. Gladys Palmera presentó por corto espacio de tiempo el programa «Sabrosura» el más documentado de la radio sabrosa en España. Otros programas desaparecidos fueron los presentados por el salsero canario Caco Senante y el líder del Combo Belga, Seju Monzón. En un anexo se recogen los programas radiofónicos que la revista EL MANISERO recomienda.

El programa especializado en música popular caribeña decano en la radiodifusión española es el que bajo distintos títulos se ha mantenido en antena ininterrumpidamente desde noviembre de 1987, en Radio Nervión de Bilbao, emitiéndose en la actualidad los domingos de 10 a 11 de la noche bajo el título «Pasaporte Latino», programa que dirijo y presento. Aunque los títulos y las estructuras han variado según las épocas y programaciones de la emisora el programa siempre estuvo dedicado, en exclusiva a la música popular caribeña en Español.

En lo referente a la televisión, los programas que en periodos veraniegos, por cuestión de moda, han emitido las distintas cadenas nacionales y de cuyos nombres no quiero acordarme, hemos de calificarlos de patéticos pues han presentado la música popular caribeña desde un punto de vista meramente coyuntural, vacío y pachanguero, con presentadora bombón y presentador zafio. Aún recuerdo cuando una de estas chicas monas presentó a Eddie Palmieri y Papo Lucca sin tener ni idea de quienes eran y la aberrante acción del realizador que ante la larga improvisación que comenzaron a realizar los dos maestros, en un reto de pianos electrizante cortó el programa, sin la despedida de sus presentadores, cuando la Descarga estaba en su momento álgido.

Desde junio de 1993, dirijo y presento el programa «Mestizo» de media hora de duración, en TELEBILBAO, canal local de televisión del Bilbao Metropolitano. Imágenes de la Televisión Cubana y otras televisiones de Colombia, Venezuela y República Dominicana, junto a video-clips, reportajes, entrevistas, documentales y reportajes elaborados por el propio equipo del programa en Nueva York y Cuba así como en las salas salseras de Bilbao y su entorno junto con las actuaciones grabadas de los distintos grupos que van pasando por Bilbao me permiten ofrecer un espacio de media hora semanal sin grandes pretensiones pero con dignidad. Presentando el mestizaje cultural y étnico que se dio en el Caribe y hoy asombra y hace gozar al mundo.

LA MÚSICA CARIBEÑA EN ESPAÑA

El actual éxito de la Música Caribeña en España no sería tal sin la presencia de varios grupos nacionales que mantuvieron viva la llama que un día trajo de Cuba el mítico Antonio Machín y tantos antepasados que tras su estancia en Cuba, Venezuela, Colombia o Puerto Rico volvían a España contagiados del sabor de la Música Caribeña.

En la actualidad la orquesta más seria de Salsa es la de los valencianos de Sonora Latina, con Manolo Genovés al frente que mantiene una línea puramente salsera y la más famosa, popular e impactante El Combo Belga, que combina la Salsa, con el Merengue, el Cha Cha Chá, etc. En las Islas Canarias, hemos de destacar a un pionero como Caco Senante y muchas y buenas orquestas como Maracaibo, Guayaba, Salsarica, los Dinámicos, etc interpretan Salsa y Merengue.

En Cataluña, las mejores orquestas han versionado siempre temas caribeños siguiendo el ejemplo de Cugat. Destacan en Cataluña la Orquesta Platería que popularizó en España el tema de Rubén Blades «Pedro Navaja», Pernil Latino con su típico sonido definido como Salsa mediterránea y el desaparecido argentino radicado en España Gato Pérez. Recientemente afincó en Barcelona el venezolano Tito Valdés, el dominicano Felipe Alberto y la cubana Lucrecia, ex-integrante de Anacaona que ha logrado formar un grupo con un tremendo sonido lanzando su primer disco en 1994 bajo el título de «Me debes un beso». Obra superrecomendable.

Otros muchos músicos latinos están llegando a España y formando sus grupos que varían de nombre, componentes y residencia con tal velocidad que nos hacen imposible su análisis.

En la línea de la Rumba destaquemos a ese gitano rumbero de excepción que es Peret. Durante los años 70 no se cortaba y se dedicó a fusilar temas del repertorio clásico caribeño a los que modificaba en algo la letra y los hacía suyos como por ejemplo la versión que hizo del «Negro Bembón» y tituló «El Gitano Antón». Otro gran gitano rumbero fue el Príncipe Gitano.

En el País Vasco nació en los 90 el Grupo Tumbaíto y el Grupo Erreka con ex-integrantes de la Sonora Caribe y la Sonora Candela, orquestas que llegaron a grabar un disco.

En Madrid, destaca el gran Seju Monzón con su Combo Belga, el dominicano Héctor Café, Canallón, Voltaje Latino, y un gran número de orquestas jóvenes como Caña, La Gira y otras como Habana Conection.

En Galicia y Asturias, también existen buenas orquestas que presentan temas de Música Caribeña en sus actuaciones.

Lo más sorprendente para algunos es que muchos grupos de pop incluyen la percusión latina y los metales en sus trabajos discográficos, rozando ya el típico sonido latino en alguno de sus temas. En España se ha redescubierto el cinquillo y la Rumba flamenca está recuperando su sabor tropical originario. Así el pop comienza a utilizar la cadencia caribeña en muchos de los temas de El Ultimo de la Fila, Dhondiego, Víctor Abundancia, Tam Tam Go, Alex y Cristina, Gabinete Caligari, Los Rodríguez (antiguos Tequila), Mecano, 21 Japonesas, Radio Futura, Joaquín Sabina, etc En el mundo del flamenco y la fusión de distintas raíces también se está dando un acercamiento a los sonidos caribeños y los jóvenes flamencos se acercan, cada día más, a un nuevo concepto que bebe en el flamenco tradicional, el jazz y la Salsa. Así el tristemente desaparecido en junio de 1991 Ray Heredia grabó un álbum excepcional. Ketama, Barbería del Sur, José Manuel Soto, Tate Montoya, Pata Negra, Kiko Veneno, Aurora, Pascual González, Triada Sur, La Boa, Morente, Carlos Cano, Arrebato, Rosario, Wilie Jiménez, José el Francés, José Soto, Mestisay, Antonio Carbonell, Azúcar Moreno, Salpicao y otros muchos grupos jóvenes incursionan cada vez más en estos nuevos sonidos.

Antes de finalizar quiero puntualizar que esta última relación de artistas es muy dispar en lo referente a la autenticidad y calidad de las músicas que cada uno realizan, nada mejor que ir descubriendo la obra de cada uno para evaluarlos ya que junto auténticos creadores e innovadores como La Boa existen auténticos productos del marketing discográfico pero todos tienen en común el acercamiento a las sonoridades latinas.

Los sellos discográficos con referencias de Música Popular Caribeña y nuevas músicas de fusión flamenca con sonidos caribeños han proliferado como la espuma desde que en 1992 se publicara la primera edición de este libro, en la actualidad son tantas que se recogerían en un anexo

(ESTE TEXTO FUE PUBLICADO POR EL AUTOR EN 1992)

EL REGRESO DE LOS VIEJOS SONEROS

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