Trayectoria del Trio Matamoros

Matamoros trio

En la noche del 8 de mayo de 1925 Miguel Matamoros celebraba con un grupo de amigos su cumpleaños. Cumplía en aquella fecha treinta y un años de haber visto la luz primera en una humilde casita de la Calle San Germán entre Matadero y Gallo, barrio de Los Hoyos en Santiago de Cuba.

La fiesta era entre amigos, sobre todo trovadores; por supuesto, ahí estaba Rafael Cueto, inseparable guitarra acompañante en su anterior trío llamado Oriental, por aquellos días ya disuelto.

Cueto invitó al ágape a un amigo suyo, llamado Siro Rodríguez, compañero de juergas y serenatas. Era aficionado a la trova y al tango.

Como era lógico, en un momento dado, Miguel tomó su guitarra y cantó uno de sus boleros. “¿Quién me acompaña?”, dijo. De inmediato Cueto tomó una guitarra e invitó a Siro a que le hiciera la voz segunda a Miguel. “¿Te sabesJuramento?”, le preguntó Miguel. Ante la respuesta afirmativa Matamoros comenzó a cantar y Siro, sin ensayo previo, le hizo la voz segunda. Todos aplaudieron. Miguel quedó encantado. Había encontrado la voz que necesitaban para formar un nuevo trío.

Así, en aquella feliz noche del año 1925 quedó conformada la agrupación que a partir de 1928 se llamaría Trío Matamoros, con Siro, Cueto y Miguel.

Se ha dicho, y repetido, que aquellos tres mulatos santiagueros, simpáticos y amables, amantes de las fiestas y de las serenatas a hermosas muchachas se mantuvieron cantando ininterrumpidamente unidos durante 35 años.

Pero no es así. Veamos los hechos tal como son, que por primera vez salen a la luz pública desmintiendo ese mito.

En 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, el trío no salió de Cuba. Actuaba en las emisoras CMQ y en la Mil diez. Una tarde, su amigo el tresero Mozo Borjellá le presentó a Miguel a un joven trovador que cantaba por los bares habaneros buscándose la vida. En ese tiempo, Matamoros andaba en busca de un cantante de voz prima para que alternara con él en el conjunto. Probó al nuevo cantante y lo aceptó. Se llamaba Bartolomé Moré.

Encontrándose el trío actuando en el Hotel Nacional le llegó un contrato para presentarse en México. El conjunto y los demás músicos llegaron a suelo azteca el 21 de julio de 1945. Tuvieron un éxito tremendo. Cuando terminó el contrato, Moré le pidió permiso a Miguel Matamoros para quedarse un tiempo más en esa tierra. Miguel aceptó.

Lo que no se ha dicho, es que también decidieron quedarse para probar suerte Siro Rodríguez y Rafael Cueto. Pero las cosas a ellos no les salieron bien. Tuvieron que regresar al poco tiempo.

Cuando llegaron a La Habana se encontraron con la noticia de que Miguel había formado el Cuarteto Maisí con Juana María Casas “La mariposa”, como así le llamaban a aquella muchacha cantante de música campesina.

Ante aquel inesperado suceso decidieron integrar un cuarteto formado para cumplir un contrato en el Hotel Nacional. La nueva agrupación se llamaría Cuarteto Sonoro y estaba integrada por Siro Rodríguez y Alberto Aroche, voces, maracas y claves. Manuel “Mozo” Borjellá, tres, y Rafael Cueto, guitarra.

¿Se enemistaron Siro y Cueto con Miguel? De ninguna manera. Continuaron con la misma amistad de siempre, aunque actuando en distintos grupos.

El Cuarteto Maisí formado con “La mariposa” tuvo éxito, pero al poco tiempo los empresarios requirieron a Miguel para que armara nuevamente al trío. El público lo pedía y los empresarios extranjeros también. Llovían cartas y telegramas reclamando a Miguel con Siro y Cueto. Ante tal disyuntiva decidieron unirse nuevamente. Miguel no abandonó al Cuarteto Maisí —que se disolvió solo—, pero antes pudieron grabar un excelente disco donde aparecen imprescindibles boleros y sones de Matamoros y algunas obras de Juana María Casas, cantando ellos a dúo.

El Trío Matamoros continuó su carrera de éxitos en Cuba y otros países. Grabaron discos en Nueva York, Chicago, Buenos Aires y Puerto Rico, presentándose, además, en teatros y cabarets.

Tanto con el trío, como en otras agrupaciones musicales formadas por Miguel tales como el Septeto Matamoros, el Cuarteto Baconao, el Conjunto Matamoros y el Cuarteto Maisí, en todos estaban presentes Siro y Cueto, con excepción del Cuarteto Maisí.

En esos grupos estaban en distintas épocas, Miguel Bisbé, Mariana Mercerón, Francisco Repilado, Miguel Poveda, Lorenzo Hierrezuelo, Paquito Portela, Pedro Mena, Pepe Macías, Agustín Gutiérrez, Mozo Borjellá, Ramón Vueltas, Agerico Santiago, Maximiliano Sánchez, Ramón Dorta, Armando Beltrán, Evelio Rodríguez, Raúl Dihigo, Peruchín Justiz, Carlos Embale, Rigoberto Díaz, un músico apodado “Regatillo” y el insuperable Benny Moré.

Pero, como afirman destacados estudiosos de la música cubana, cuando Miguel Matamoros alcanzó su mayor gloria fue con el ya legendario Trío Matamoros con Siro Rodríguez y Rafael Cueto.

El último viaje al extranjero del trío lo realizó el 5 de marzo de 1960. Fueron por oncena vez a Nueva York y también actuaron en Chicago. Retornaron a Cuba en abril, para no salir más.

El 10 de mayo de 1960 se retiraron oficialmente durante el programaJueves de Partagásdel canal 6 de la televisión.

Quedaban así cerradas las páginas sonoras del legendario trío, el primero que llevó el bolero, el son, y el bolero-son a casi el mundo entero.

FUENTES:

—Rodríguez Domínguez, Ezequiel:Trío Matamoros, Treinta y cinco años de música popular cubana. Ediciones Museo de la Música, 2009.

—Entrevista del autor a Miguel Matamoros, Siro Rodríguez y Rafael Cueto (Inédita).

—Foto del archivo personal de Siro Rodríguez en SIERRAMAESTRA.CU